“El buen arte no habla de arte y la memoria, sino en cambio, es aquel arte que se hace desde la MEMORIA (…) El buen artista es aquel que busca convertir el arte en un lenguaje, explora más allá de lo evidente, generando, por lo tanto, una configuración en la forma como nos presenta la imagen, y a partir de esa imagen construye una nueva interpretación de la memoria”. El tercero y último paso de MEMORIAS A COLOR, Una puerta hacia la reconciliación, busca visibilizar el dolor causado por la guerra en todas las partes involucradas en el conflicto armado colombiano, a través de la creación de un vínculo entre víctima y victimario, que se concretará en la elaboración de una pieza artística que busca la construcción de MEMORIA HISTÓRICA como mecanismo de reparación, perdón y como búsqueda de no repetición.